Bedside Table Archives es un proyecto curatorial que explora las culturas domésticas íntimas de las mujeres lesbianas y queer a través de la conversación y la fotografía. El proyecto se inició en julio de 2013 y la fase inicial incluyó 10 sesiones con 11 mujeres.
Fotografías
En cada sesión, pedí a las participantes que me dieran un tiempo a solas con sus mesitas de noche. Usé este tiempo para explorar los elementos de dentro y encima de las mesas y tomé una serie de fotografías. Para estas fotos, utilicé un cuerpo de cámara Sony Alpha SLT-A33 y alterné entre objetivos del kit DT 18-55 mm f/3.5-5.6 SAM y un objetivo Sony 50 mm f/1.8 DT Alpha con montura tipo A para tomas más cercanas. Puedes ver una selección de las fotografías en www.rebeckasheffield.com/bta-photos
Grabaciones de audio
Después de explorar las mesitas de noche y mirar los objetos que encontré alrededor de la cama, invité a cada participante a sentarse conmigo a conversar, usando estos objetos como desencadenantes de memorias. Las conversaciones con las participantes se grabaron como archivos MP3 y se donaron a los Archives of Lesbian Oral Testimony, ALOT (Archivos de Testimonios Orales de Lesbianas). Contacta con ALOT directamente para acceder a las fotografías.
Publicaciones
Puedes leer sobre Bedside Table Archives en Radical History Review, número 120.
Rebecka Taves Sheffield, «Bedside Table Archives», en www.rebeckasheffield.com, consultado el 25.01.2022 [Traducción propia]
The Bedside Table Archives: Intervención de Archivo y Cultura Doméstica Íntima Lesbiana
Este artículo presenta Bedside Table Archives, un proyecto curatorial y una intervención de archivo que explora la cultura doméstica de las mujeres lesbianas y queer en un momento particular en el tiempo. Inspirado en la sociología de Ben Highmore y el enfoque metodológico de Rachel Hurdley, este proyecto se basa en la práctica de la investigación basada en el arte, la historia oral y la teoría de archivo para crear un conjunto de registros relacionados con las prácticas domésticas queer de las mujeres en el ámbito íntimo del dormitorio.1 Entré a las casas de mujeres lesbianas y de identidad queer para documentar los objetos encontrados tanto dentro como sobre sus mesitas de noche. Luego, utilizando un enfoque de entrevista narrativa, nos sentamos juntas, generalmente en la cama, y usamos bienes personales para guiarnos en la conversación sobre la vida cotidiana de cada mujer. Los objetos fueron fotografiados y catalogados para asegurar que la huella de este conjunto efímero o temporal fuera documentada, y nuestras conversaciones fueron registradas usando una grabadora de audio digital. La colección de materiales creados a partir de estas sesiones —fotografías, notas y entrevistas grabadas— forma un archivo de lo que Highmore ha llamado "la rareza banal de la vida ordinaria", una instantánea de lo cotidiano que de otro modo no encontraría su camino en los anales de la historia.2 Todo el material del proyecto será donado a Archives of Lesbian Oral Testimony (A LOT), un repositorio digital de registros relacionados con las experiencias de lesbianas y mujeres queer en Canadá.3 [...]
Steph. Fotografiada en High Park, Toronto, 25 de julio de 2013.
[Fuente]
Botellas de Agua y Lubricante: Una Reflexión sobre Mis Conversaciones en el Dormitorio
En las primeras etapas de este proyecto, bromeé diciendo que debería cambiarse el nombre a "Botellas de Agua y Lubricante". En cada una de las diez sesiones iniciales, la mesita de noche no solo era un repositorio de artefactos relacionados con las rutinas nocturnas —loción, tapones para los oídos y radio despertadores— sino también el espacio de lo que una participante llamó la "causa y efecto". Como ella explicó, el lubricante que encontré en su mesita de noche tenía que estar "a la distancia de un brazo" porque tenía una vida sexual muy activa. El agua estaba ahí para mantenerla hidratada después de "jugar". De hecho, muchas de las mujeres que conocí tenían artículos similares en sus mesitas de noche. Una mujer comentó que "no hay nada como" su masajeador de cuello Conair, que estaba encima de su mesita de noche, junto a su libro de erótica lesbiana y una colección de pinzas para la ropa. Otras guardaban sus juguetes en cajones o cajas, pero estaba claro que la mesita es un espacio sexual para muchas de las participantes. La mesita de noche también parece ser un espacio aspiracional, donde las mujeres colocan sus libros con la esperanza de que puedan inspirarlas a invertir unos minutos antes de acostarse a la lectura ociosa. Muchas mujeres llevaban listas de tareas diarias o diarios — aunque varias admitieron haber incumplido su deber de registrar sus propias experiencias de la vida diaria. "Simplemente no hay tiempo suficiente para invertir en documentarnos a nosotras mismas de esta manera", era un sentimiento común. También me intrigó la cantidad de botes de pastillas y medicamentos que descubrí, un recordatorio de que cada una de nosotras tiene sus propias luchas con la salud y el bienestar.
En casi todos los encuentros, las mujeres comentaron que estaban tentadas a limpiar u ordenar su espacio, a colocar los elementos que mejor las representaran para mí, la archivista. A estos comentarios generalmente les siguió la garantía de que, teniendo en consideración el propósito del proyecto, habían resistido este impulso de comisariar y me habían permitido acceder a su espacio íntimo in situ. Quizás un proyecto que requiere la invitación de una persona extraña a que revise los cajones de tu mesita de noche atrae a mujeres que ya se sienten cómodas en su ámbito íntimo. O quizás, como confesó una mujer, tenemos la "suerte de ser lesbianas" para que podamos curarnos en compañía de mujeres. Me pregunto si este sentimiento es la razón por la que ya se sentía cómoda conmigo. Tal vez mi propia estética —cabello corto, cuerpo fornido, ropa informal— resonó como familiar o aliada en las mujeres que conocí. Dentro de los límites de este proyecto, mi queerness puede haberme proporcionado una intimidad adicional con las participantes que no se puede subestimar. Este estado fue un elemento importante para obtener el permiso de explorar y discutir con personas relativamente desconocidas este ámbito íntimo tan estrechamente relacionado con el sexo, la adicción, el abuso, el feminismo y lo kinky. No doy por sentado este acceso sin restricciones.
Y aunque varias mujeres insistieron en que sus dormitorios y mesitas de noche no eran espacios particularmente lésbicos o queer, lo que quedó claro a lo largo de nuestras conversaciones es que, de hecho, estos espacios reflejan a las mujeres lesbianas o queer que los mantienen. Esta yuxtaposición de identidades públicas con vidas íntimas no solo reanima el casi olvidado adagio feminista "lo personal es político", sino que también reafirma la importancia de archivar las vidas íntimas de las mujeres lesbianas y queer. Por tanto, mi deseo de llamar la atención sobre la cultura doméstica no debería sugerir complicidad con la eliminación de las mujeres de lo público generizado, sino más bien debería despertar el reconocimiento de que la línea que divide lo público de lo privado, lo íntimo de lo distante, es menos nítida de la que solemos dibujar. Al buscar y documentar esos espacios desordenados y crear activamente un archivo de la cultura doméstica íntima lésbica, los Bedside Table Archives se involucran intencionalmente en una práctica crítica de "queerizar los archivos". Utilizando una estrategia que se inspira en la reforma radical de Howard Zinn, el proyecto desarraiga de manera juguetona las metodologías tradicionales de adquisición y evaluación. Queerizar los archivos de esta manera reconoce la importancia de participar en el trabajo de creación de registros como una forma de representar mejor a aquelles que permanecen casi sin documentar.4
[1] Véase Ben Highmore, "Listlessness in the Archives", M/C Journal 15, no. 5 (2012), journal.media-culture.org.au/index.php/mcjournal/article/viewArticle/546; y Rachel Hurdley, "Dismantling Mantelpieces: Narrating Identities and Materializing Culture in the Home", Sociology 40, no. 4 (2006): 717 – 33.[2] Highmore, "Listlessness in the Archives".
[3] A LOT se fundó en 2010 para digitalizar y hacer accesibles registros de experiencias lésbicas en Canadá. Los materiales incluyen cintas de audio de historia oral, de programas de radio y televisión, videos y películas producidas por cineastas de documentales, y videos y películas caseras. El repositorio está respaldado y funciona con la biblioteca de la Universidad Simon Fraser. Véase Elise Chenier, "Hidden from Historians: Preserving Lesbian Oral History in Canada", Archivaria, no. 68 (2009): 247 – 70.
[4] Una versión abreviada del discurso de 1970 de Zinn dirigido a la Society of American Archivists se publicó como Howard Zinn, "Secrecy, Archives, and the Public Interest", Midwest Archivist 2, no. 2 (1977): 14 – 26. Véase también F. Gerald Ham, "The Archival Edge", American Archivist 38, no. 1 (1975): 5 – 13.
Rebecka Taves Sheffield, «The Bedside Table Archives: Archive Intervention and Lesbian Intimate Domestic Culture», en www.academia.edu, consultado el 25.01.2021 [Traducción propia]