Descripción
¿Avanza siempre la sociedad hacia la aceptación y la tolerancia? ¿Supera siempre la historia al opresor? ¿O se construye siempre la liberación queer a expensas de alguien más?
Shon Faye examina el concepto de ‘homonacionalismo’, propuesto por primera vez por Jasbir Puar en 2007. Puar argumentó que los movimientos LGTB occidentales a menudo están relacionados con la defensa de la soberanía racista del estado-nación. ¿Cómo hemos de considerar su trabajo una década después? Este año (2017), Trump intentó revertir los derechos LGTB y otros en Europa intentaron apropiarse de partes de la política de liberación queer para fines nacionalistas. ¿Cómo nos ayuda la crítica del homonacionalismo a entender esto?
@ShonFaye
Transcipción
Hola, soy Shon Faye y esto es Shon This Way. Y en este episodio me preguntaré: ¿qué es el homonacionalismo?
‘Homonacionalismo’ es un término que fue acuñado por la académica Jasbir Puar en su texto de referencia Terrorist Assemblages: Homonationalism in Queer Times, que cumple su décimo aniversario este año (2017). Y si no estás seguro de cómo celebrar el décimo cumpleaños de un texto referente en la teoría queer y la biopolítica foucaultiana – no busques más, ¡porque ya he organizado la fiesta!
A veces, especialmente en los círculos activistas, el concepto se ha simplificado para referirse sólo a cualquier momento que la política de liberación LGTB podría ser apropiada por los nacionalismos de la extrema derecha. Por ejemplo, el llamamiento del Frente Nacional a las personas homosexuales blancas en Francia basado en la racista propagación del miedo sobre la homofobia musulmana o, en los EE.UU., el aumento de los eslóganes y grupos LGTB a favor de la derecha, incluyendo, entre otros, Twinks 4 Trump...
Mientras este fenómeno – del fascismo o la supremacía blanca apropiándose de la política LGTB para sus propios fines – es real y alarmante, no es exactamente lo que el homonacionalismo es. El homonacionalismo, como Puar lo propone, es un principio de análisis u organización de la política global, no una ideología personal que se puede elegir o rechazar como individuo. No se trata de gays 'buenos' o gays 'malos'.
Terrorist Assamblages fue un rechazo de la idea que a veces se encuentra en la teoría feminista y queer de los años 90 de que el estado-nación es siempre heteronormativo y que lx ciudadanx queer es siempre unx extranjerx o unx criminal en él. En cambio, Puar sostiene que el homonacionalismo es "Cómo la 'aceptación' y la 'tolerancia' para los sujetos gays y lesbianos se han convertido en un barómetro mediante el cual se evalúa el derecho y la capacidad de soberanía nacional". Rethinking Homonationalism (2013) Jasbir Puar
Entonces, ¿qué significa esto? Bueno, en otras palabras, significa que no se trata de cuándo las personas LGTB y el racismo unen fuerzas visiblemente, sino que es una crítica. Una crítica que básicamente argumenta que todos los movimientos liberales por los derechos de las lesbianas y los gays defienden ciertas ideas de progreso social y modernidad. En particular, los movimientos de igualdad LGTB se basan en el supuesto básico de que el estado-nación occidental es capaz de expandirse para incluir a todas las poblaciones marginadas y de ser un benefactor para todos sus sujetos.
Puar argumenta que estas suposiciones y discursos no pueden ser ciertos, ya que siempre ofrecen a algunas poblaciones una ciudadanía legal y cultural plena a expensas de otras, específicamente Otras racializadas tanto en el país como a nivel internacional.
Un ejemplo simple sería el progreso hacia el matrimonio igualitario. El matrimonio ha sido considerado la cúspide de la participación de gays y lesbianas en la vida cívica. Y el matrimonio sí proporciona igualdad con lxs ciudadanxs heterosexuales. Pero también defiende una institución que, por ejemplo, refuerza las normas sexuales y familiares occidentales como supremas y excepcionales en comparación con las de otras culturas. El matrimonio también apoya al estado-nación como el árbitro supremo de la sexualidad de forma que a veces permite a lxs que están dentro de la institución el derecho a permanecer o la ciudadanía, mientras que lxs que están fuera de ella pueden ser deportadxs.
Un ejemplo más moderno diez años después (2017) podría ser los derechos de las personas transgénero. Así, por ejemplo, como parte del proceso social y legal de ‘transición’ dentro de un estado-nación, una mujer trans – como yo – puede solicitar un pasaporte femenino. Si bien esto puede considerarse un éxito de un movimiento moderno de derechos trans y un ejemplo de la excelencia de un estado-nación liberal que permite a sus ciudadanxs trans la participación plena en la vida nacional, la existencia misma de pasaportes aún respalda la soberanía del estado-nación para controlar sus fronteras, para arrestar, detener y deportar a quienes no tienen documentación, y su papel en el uso del sistema de pasaportes para la vigilancia y la monitorización de minorías racializadas como parte de sus esfuerzos contra el terrorismo, así como todas las exclusiones capitalistas que vienen con la no-ciudadanía.
¿Eso significa que no voy a solicitar un pasaporte? Por supuesto que no – y esto es lo que significa que el homonacionalismo es más una lente a través de la que ver la política queer que una mala filosofía política que puedas simplemente rechazar.
Sin embargo, diez años después (2017) de la publicación de Terrorist Assemblages, que fue considerado en gran medida el principal análisis queer después del 11-S y la Guerra contra el Terror, nos encontramos en un panorama político bastante diferente. ¿Cómo, por ejemplo, responden las comunidades queer conscientes de la crítica del homonacionalismo al intento del presidente Trump de prohibir a las personas transgénero servir en el ejército de los EE.UU. este año (2017)? La intención de Trump no era simplemente indicar que las personas trans son una carga para la salud y la vitalidad del estado-nación, sino utilizar la atención sanitaria financiada con fondos públicos del personal de servicio trans como un campo de pruebas más amplio para las políticas relacionadas con la atención sanitaria financiada con fondos públicos y cuyos cuerpos son desechables.
Sin embargo, para contradecir el simbolismo del movimiento es difícil no recrear discursos homonacionalistas, específicamente que lxs ciudadanxs trans estadounidenses tienen total derecho a participar en el complejo industrial militar de su país. O, para decirlo con más claridad, que las personas trans estadounidenses son tan buenas para matar a personas no-blancas en el extranjero como las personas cis.
Cuando los derechos LGTB para las personas blancas y/o con ciudadanía se ven forzados activamente a retroceder, los discursos homonacionalistas se afianzan en respuesta. ¿Entonces, cuál es la solución? Bueno, ¿tal vez sea mirar al propósito de la atención médica universal en lugar de a los militares y luchar contra Trump en la postura de que algunos cuerpos tienen derecho a la atención sanitaria pública mientras que otros no? Aplicar la perspectiva del homonacionalismo debería ser un llamamiento a un debate mayor y una crítica de cómo se ve la liberación, su estado, su forma y sus limitaciones.
El homonacionalismo es un tema enorme, complejo y expansivo que solo puedo empezar a tocar superficialmente en compartibles de las redes sociales. Pero si hay algo que me gustaría sacar de este video es que no es una posición política diseñada para separar la buena política de la mala política, sino más bien una estructura a través de la cual se forma la política y la liberación queer. En lugar de darnos respuestas sobre la forma correcta de luchar – ojalá las cosas fuesen tan fáciles – el homonacionalismo nos invita a criticar duramente nuestro propio papel en la política global, incluso cuando nos juntamos bajo la bandera de la liberación queer o la política antirracista.
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FAYE, Shon, «What is Homonationalism?», en novaramedia.com, consultado el 31.12.2018 [Traducción propia]