Se trata de un medio de comunicación no verbal, originariamente utilizado en el ambiente gay, pero que las nuevas generaciones han adoptado para su propio uso. Generalmente, en los lugares donde se buscan encuentros sexuales espontáneos y esporádicos o en los locales de cultura leather, y donde los colores sirven para indicar la práctica sexual en la que se está interesado. La película A la caza, un policial protagonizado por Al Pacino, muestra (y demuestra) la existencia de este código, convenientemente adaptado a los requerimientos de un filme de intriga.
Escena de la película Cruising
de William Friedkin, 1980
El uso del código de pañuelos se generalizó entre los gays y bisexuales estadounidenses a principios de los años 70 y consiste en llevar un pañuelo de color, generalmente colgado de los bolsillos traseros del pantalón, atado o al brazo.
El pañuelo situado en la parte izquierda indica que se es activo —o el que ejecuta la práctica que corresponde al color del pañuelo— y en la derecha, pasivo —o quien recibe la práctica determinada por el color del pañuelo—. Esta polaridad izquierda/derecha se originó en el uso de un juego de llaves en la trabilla izquierda por los activos y en la derecha por los pasivos pertenecientes a la cultura leather.
También los pañuelos pueden usarse atados al cuello —lo que indica que se es versátil, es decir, que tanto realiza como recibe la práctica indicada por el color del pañuelo—, con el nudo a la izquierda o a la derecha, al tobillo o en otras partes del cuerpo. Además de con pañuelos, el código puede señalarse con brazaletes de cuero y pulsera de plástico de los mismos colores.
Aunque existe un consenso generalizado sobre el significado de los colores básicos (amarillo para urolagnia, blanco para masturbación, marrón para coprofilia y negro para sadomasoquismo), existe más de una lista extendida de colores, por lo que el significado de algunos de ellos puede cambiar regionalmente.
En realidad no se trata de una práctica novedosa, ya que ni siquiera fue creada en los años setenta: llevar bandas de colores alrededor del cuello fue corriente a mediados y finales del siglo XIX entre los vaqueros, maquinistas de ferrocarriles y mineros del oeste de Estados Unidos. Se cree que los hombres gays de San Francisco tomaron la idea de usar pañuelos después de la fiebre del oro de California (1848-1855) —época en la cual, debido a la falta de mujeres, los hombres se divertían bailando con otros hombres, desarrollándose un código de colores para señalar qué posición tomaba cada cual en la danza: los que llevaran una banda azul desempeñarían el papel de hombres y los que llevaran una banda roja, el de mujeres—. Estos pañuelos se llevaban atados al brazo, colgando del cinturón o del bolsillo trasero del pantalón vaquero.
Otra teoría sobre el origen del código de pañuelos señala su aparición en la ciudad de Nueva York a finales de 1970 o a principios de 1971, cuando un periodista del semanario The Village Voice bromeó que en lugar de andar dando claves para indicar si uno era activo o pasivo, sería más fácil anunciarlo sutilmente llevando pañuelos de diferentes colores.«El código sexual de los pañuelos de colores», en libertaddigital.com, consultado el 11.09.2015
Érase una vez la cultura queer... Los 70, N. 2 de la serie "Érase una vez" del Fanzine Una buena barba, Noviembre 2013