25.1.22

Bedside Table Archives, de Rebecka Taves Sheffield

Katie. Fotografiada en East York, Toronto, 23 de julio de 2013.

Bedside Table Archives es un proyecto curatorial que explora las culturas domésticas íntimas de las mujeres lesbianas y queer a través de la conversación y la fotografía. El proyecto se inició en julio de 2013 y la fase inicial incluyó 10 sesiones con 11 mujeres.

Fotografías

En cada sesión, pedí a las participantes que me dieran un tiempo a solas con sus mesitas de noche. Usé este tiempo para explorar los elementos de dentro y encima de las mesas y tomé una serie de fotografías. Para estas fotos, utilicé un cuerpo de cámara Sony Alpha SLT-A33 y alterné entre objetivos del kit DT 18-55 mm f/3.5-5.6 SAM y un objetivo Sony 50 mm f/1.8 DT Alpha con montura tipo A para tomas más cercanas. Puedes ver una selección de las fotografías en www.rebeckasheffield.com/bta-photos

Grabaciones de audio

Después de explorar las mesitas de noche y mirar los objetos que encontré alrededor de la cama, invité a cada participante a sentarse conmigo a conversar, usando estos objetos como desencadenantes de memorias. Las conversaciones con las participantes se grabaron como archivos MP3 y se donaron a los Archives of Lesbian Oral Testimony, ALOT (Archivos de Testimonios Orales de Lesbianas). Contacta con ALOT directamente para acceder a las fotografías. 

Publicaciones

Puedes leer sobre Bedside Table Archives en Radical History Review, número 120.


Rebecka Taves Sheffield, «Bedside Table Archives», en www.rebeckasheffield.com, consultado el 25.01.2022 [Traducción propia]



Julia y Alana. Fotografiada en Durand, Hamilton, 27 de julio de 2013.
[Fuente]

Karen. Fotografiada en Upper Jarvis, Toronto, 31 de julio de 2013.

The Bedside Table Archives: Intervención de Archivo y Cultura Doméstica Íntima Lesbiana
Este artículo presenta Bedside Table Archives, un proyecto curatorial y una intervención de archivo que explora la cultura doméstica de las mujeres lesbianas y queer en un momento particular en el tiempo. Inspirado en la sociología de Ben Highmore y el enfoque metodológico de Rachel Hurdley, este proyecto se basa en la práctica de la investigación basada en el arte, la historia oral y la teoría de archivo para crear un conjunto de registros relacionados con las prácticas domésticas queer de las mujeres en el ámbito íntimo del dormitorio.1 Entré a las casas de mujeres lesbianas y de identidad queer para documentar los objetos encontrados tanto dentro como sobre sus mesitas de noche. Luego, utilizando un enfoque de entrevista narrativa, nos sentamos juntas, generalmente en la cama, y ​​usamos bienes personales para guiarnos en la conversación sobre la vida cotidiana de cada mujer. Los objetos fueron fotografiados y catalogados para asegurar que la huella de este conjunto efímero o temporal fuera documentada, y nuestras conversaciones fueron registradas usando una grabadora de audio digital. La colección de materiales creados a partir de estas sesiones —fotografías, notas y entrevistas grabadas— forma un archivo de lo que Highmore ha llamado "la rareza banal de la vida ordinaria", una instantánea de lo cotidiano que de otro modo no encontraría su camino en los anales de la historia.2 Todo el material del proyecto será donado a Archives of Lesbian Oral Testimony (A LOT), un repositorio digital de registros relacionados con las experiencias de lesbianas y mujeres queer en Canadá.3 [...]

Steph. Fotografiada en High Park, Toronto, 25 de julio de 2013.

[Fuente]


Botellas de Agua y Lubricante: Una Reflexión sobre Mis Conversaciones en el Dormitorio

En las primeras etapas de este proyecto, bromeé diciendo que debería cambiarse el nombre a "Botellas de Agua y Lubricante". En cada una de las diez sesiones iniciales, la mesita de noche no solo era un repositorio de artefactos relacionados con las rutinas nocturnas —loción, tapones para los oídos y radio despertadores— sino también el espacio de lo que una participante llamó la "causa y efecto". Como ella explicó, el lubricante que encontré en su mesita de noche tenía que estar "a la distancia de un brazo" porque tenía una vida sexual muy activa. El agua estaba ahí para mantenerla hidratada después de "jugar". De hecho, muchas de las mujeres que conocí tenían artículos similares en sus mesitas de noche. Una mujer comentó que "no hay nada como" su masajeador de cuello Conair, que estaba encima de su mesita de noche, junto a su libro de erótica lesbiana y una colección de pinzas para la ropa. Otras guardaban sus juguetes en cajones o cajas, pero estaba claro que la mesita es un espacio sexual para muchas de las participantes. La mesita de noche también parece ser un espacio aspiracional, donde las mujeres colocan sus libros con la esperanza de que puedan inspirarlas a invertir unos minutos antes de acostarse a la lectura ociosa. Muchas mujeres llevaban listas de tareas diarias o diarios — aunque varias admitieron haber incumplido su deber de registrar sus propias experiencias de la vida diaria. "Simplemente no hay tiempo suficiente para invertir en documentarnos a nosotras mismas de esta manera", era un sentimiento común. También me intrigó la cantidad de botes de pastillas y medicamentos que descubrí, un recordatorio de que cada una de nosotras tiene sus propias luchas con la salud y el bienestar.
 

En casi todos los encuentros, las mujeres comentaron que estaban tentadas a limpiar u ordenar su espacio, a colocar los elementos que mejor las representaran para mí, la archivista. A estos comentarios generalmente les siguió la garantía de que, teniendo en consideración el propósito del proyecto, habían resistido este impulso de comisariar y me habían permitido acceder a su espacio íntimo in situ. Quizás un proyecto que requiere la invitación de una persona extraña a que revise los cajones de tu mesita de noche atrae a mujeres que ya se sienten cómodas en su ámbito íntimo. O quizás, como confesó una mujer, tenemos la "suerte de ser lesbianas" para que podamos curarnos en compañía de mujeres. Me pregunto si este sentimiento es la razón por la que ya se sentía cómoda conmigo. Tal vez mi propia estética —cabello corto, cuerpo fornido, ropa informal— resonó como familiar o aliada en las mujeres que conocí. Dentro de los límites de este proyecto, mi queerness puede haberme proporcionado una intimidad adicional con las participantes que no se puede subestimar. Este estado fue un elemento importante para obtener el permiso de explorar y discutir con personas relativamente desconocidas este ámbito íntimo tan estrechamente relacionado con el sexo, la adicción, el abuso, el feminismo y lo kinky. No doy por sentado este acceso sin restricciones.

Y aunque varias mujeres insistieron en que sus dormitorios y mesitas de noche no eran espacios particularmente lésbicos o queer, lo que quedó claro a lo largo de nuestras conversaciones es que, de hecho, estos espacios reflejan a las mujeres lesbianas o queer que los mantienen. Esta yuxtaposición de identidades públicas con vidas íntimas no solo reanima el casi olvidado adagio feminista "lo personal es político", sino que también reafirma la importancia de archivar las vidas íntimas de las mujeres lesbianas y queer. Por tanto, mi deseo de llamar la atención sobre la cultura doméstica no debería sugerir complicidad con la eliminación de las mujeres de lo público generizado, sino más bien debería despertar el reconocimiento de que la línea que divide lo público de lo privado, lo íntimo de lo distante, es menos nítida de la que solemos dibujar. Al buscar y documentar esos espacios desordenados y crear activamente un archivo de la cultura doméstica íntima lésbica, los Bedside Table Archives se involucran intencionalmente en una práctica crítica de "queerizar los archivos". Utilizando una estrategia que se inspira en la reforma radical de Howard Zinn, el proyecto desarraiga de manera juguetona las metodologías tradicionales de adquisición y evaluación. Queerizar los archivos de esta manera reconoce la importancia de participar en el trabajo de creación de registros como una forma de representar mejor a aquelles que permanecen casi sin documentar
.4

Michelle. Fotografiada en West Bend, Toronto, 31 de julio de 2013.
 
[1] Véase Ben Highmore, "Listlessness in the Archives", M/C Journal 15, no. 5 (2012), journal.media-culture.org.au/index.php/mcjournal/article/viewArticle/546; y Rachel Hurdley, "Dismantling Mantelpieces: Narrating Identities and Materializing Culture in the Home", Sociology 40, no. 4 (2006): 717 – 33.


[2] Highmore, "Listlessness in the Archives".


[3] A LOT se fundó en 2010 para digitalizar y hacer accesibles registros de experiencias lésbicas en Canadá. Los materiales incluyen cintas de audio de historia oral, de programas de radio y televisión, videos y películas producidas por cineastas de documentales, y videos y películas caseras. El repositorio está respaldado y funciona con la biblioteca de la Universidad Simon Fraser. Véase Elise Chenier, "Hidden from Historians: Preserving Lesbian Oral History in Canada", Archivaria, no. 68 (2009): 247 – 70.

[4] Una versión abreviada del discurso de 1970 de Zinn dirigido a la Society of American Archivists se publicó como Howard Zinn, "Secrecy, Archives, and the Public Interest", Midwest Archivist 2, no. 2 (1977): 1426. Véase también F. Gerald Ham, "The Archival Edge", American Archivist 38, no. 1 (1975): 513. 


Rebecka Taves Sheffield, «The Bedside Table Archives: Archive Intervention and Lesbian Intimate Domestic Culture», en www.academia.edu, consultado el 25.01.2021 [Traducción propia]

30.6.21

La Discriminación sigue al Diseño – El Diseño sigue a la Discriminación, por Anja Neidhardt y Lisa Baumgarten

Artículo de Anja Neidhardt y Lisa Baumgarten publicado en FORM Magazine
Este artículo fue publicado el 19 de marzo de 2020 en
FORM Magazine Nº 287, "Women and Design".


La Discriminación sigue al Diseño

El Diseño sigue a la Discriminación

Una Perspectiva Feminista sobre el Diseño


por Anja Neidhardt y Lisa Baumgarten, 19 de marzo, 2020



Hacer está en el centro tanto del feminismo como del diseño. Se trata de algo más que de representación, de paquetes azules y rosas, de modelos a seguir o de una venganza femenina. Se trata de un mundo más igualitario para todes – no se trata simplemente de dar la vuelta a las relaciones de poder. El diseño hace nuestro mundo y, al hacerlo, reproduce una estructura discriminatoria. Por eso tiene que cambiar radicalmente.


La disciplina del diseño surgió al mismo tiempo que la producción de bienes industriales en el siglo XIX, el capitalismo y el sistema de valores del modernismo. Todos ellos están interrelacionados y desarrollados dentro de estructuras patriarcales. Los componentes esenciales de estos desarrollos son el colonialismo y, como consecuencia, también el racismo.El diseño participa en la creación de nuestro mundo. Nuestro entorno hecho-por-el-hombre ((hu)man-made) a su vez influye en qué y cómo diseñamos. Los estándares de producción en masa y de diseño industrial, por ejemplo, se basan principalmente en un cuerpo masculino joven, sano, heteronormativo. Cuanto más se desvía nuestro cuerpo de este estándar, más difícil para nosotres es navegar en nuestro entorno diseñado. El contexto occidental, blanco, dominado por los hombres estableció la definición del buen diseño (resumido en principios tales como: "la forma sigue a la función", "menos es más"), que hasta hoy se entiende muy a menudo como "objetivo". La creencia de que es una fórmula de diseño universalmente aplicable persiste – no solo en revistas que están de moda, sino también entre les diseñadores, en publicaciones profesionales, y en academias y universidades.

Mientras sigamos estos supuestos sin reflexionar, nos convertiremos en cómplices en la reproducción de estructuras que discriminan o privilegian a las personas en función de ciertas características – como el color de la piel, el género, la orientación sexual, la clase, la discapacidad o la edad. Ya no podemos cerrar los ojos ante el hecho de que la disciplina del diseño está incrustada en una estructura de poder que bell hooks denomina "patriarcado capitalista imperialista supremacista blanco".2

La constatación de que no hay una producción neutral de conocimiento ni una práctica de diseño libre de valor no es en absoluto una novedad. Se remonta a las académicas feministas de la década de 1970, entre otras.3 Ellas han enfatizado repetidamente que la pregunta no es cómo podemos diseñar sin valores, sino qué valores seguimos. Definimos el feminismo con bell hooks como un movimiento sociopolítico que tiene como objetivo "poner fin al sexismo, la explotación y la opresión sexistas".4 El feminismo existe "no sólo en respuesta a sino también en forma de las experiencias vividas de personas reales", como dice Mimi Marinucci.5 Las mujeres no son un grupo homogéneo y no experimentan la(s) misma(s) forma(s) de opresión. El feminismo debe, por lo tanto, ser interseccional para reconocer las complejas relaciones entre sexismo, racismo, clasismo, etc. y las diversas realidades de la vida que las acompañan.6 7


El feminismo está comprometido con valores democráticos como la libertad, la dignidad humana y la justicia. Poner estos en práctica inevitablemente también significa examinar críticamente la disciplina del diseño – y cambiarla. El feminismo no es, por lo tanto, un tema que pueda tratarse en un solo proyecto, sino una perspectiva y una aproximación que abarca todos los aspectos de la vida y el trabajo.8 Existen diferentes feminismos y, en consecuencia, diferentes enfoques y acciones. Si bien la representación de los grupos marginados es esencial, debemos pensar más allá de simplemente subir de nivel al estándar blanco y masculino.


"El feminismo es un movimiento en muchos sentidos. Algo nos mueve a hacernos feministas. Quizá este algo sea un sentido de injusticia, de que algo está mal, [...]. Un movimiento feminista es un movimiento político colectivo. Muchos feminismos significa muchos movimientos. Un colectivo es lo que no permanece quieto, sino que crea movimiento y es creado por él." Sara Ahmed9


Tomemos como ejemplo la educación en diseño: Quién crea conocimiento y cómo tiene una influencia decisiva en la construcción y el reconocimiento de nuestra realidad. Y las formas en que les educadores en diseño comunican este conocimiento tienen un impacto no solo en nosotres aquí y ahora, sino también en futuras generaciones.


Un enfoque estructural, radical, combinado con una perspectiva feminista interseccional, implica cambios significativos desde fuera de las instituciones de diseño, así como pequeños cambios desde dentro – y la oportunidad de crear una disciplina del diseño más justa y, por lo tanto, una sociedad más justa.10


Necesitamos reconocer que la teoría y la práctica, así como la forma, la función y el contenido, están inextricablemente vinculados. De esto surge la necesidad de enseñar de manera horizontal, involucrando a les estudiantes y sus realidades vividas en el programa académico, lo que se puede lograr comunicando abiertamente las intenciones de cada une, los objetivos del curso y las expectativas de todes les involucrades. Hablar y lidiar con las jerarquías puede ser un primer paso hacia la creación colaborativa de un espacio donde les estudiantes y les educadores puedan aprender de y con otres.11 Por ejemplo, para permitir una cultura del diálogo respetuosa y reconocer la presencia de todes, podemos preguntar los pronombres de les participantes cuando nos presentemos – y también discutir nuestra motivación para hacerlo. Las necesidades y habilidades de cada persona son muy diferentes. Mientras que a algunes les gusta el trabajo en grupo, otres prefieren trabajar soles. Y mientras algunes prosperan cuando siguen su propio horario, otres alcanzan su mejor potencial cuando trabajan dentro de una estructura determinada. Podemos responder ofreciendo formatos alternos con rondas de comentarios posteriores. De esta manera, podemos permitir que les estudiantes se comprendan mejor a sí mismes y a les demás, pero también que tomen mejores decisiones para su(s) futuro(s) profesional(es).


Como educadores, es esencial reflexionar sobre nuestra posición y trabajar con expertes si es necesario: ¿Qué color de piel, género, orientación sexual, antecedentes financieros tengo? ¿Dónde me encuentro en las jerarquías de nuestra sociedad? Dada mi experiencia profesional y personal y mi posicionamiento, ¿puedo tratar el tema en cuestión de manera apropiada y respetuosa? ¿Hay personas más cualificadas que yo?


El cuestionamiento crítico también es un método importante cuando se trata de contenido: ¿Cómo definimos el diseño y qué procesos y personas están incluidas o excluidas por esta definición?12 ¿Qué podemos aprender de las historias detrás de las cosas?13 ¿Cómo surgió el canon del diseño? ¿Necesitamos para algo diseñadores estrella (independientemente de su identidad)? ¿Por qué continuamos propagando el concepto del guerrero solitario e ignoramos el hecho de que todos los procesos de diseño son colaborativos? ¿Quiénes desarrollan herramientas de diseño y en base a qué supuestos?


Un análisis del posicionamiento y la responsabilidad de une debe ser parte de la educación en diseño. La toma de decisiones reflexiva y la acción requieren un acercamiento consciente a las normas, el canon y las herramientas – solo de esta manera se pueden reconocer y prevenir los posibles efectos adversos.



Literatura adicional:

Khandwala, Anoushka: "What does it mean to decolonize design?". En: AIGA Eye on Design Magazine, 2019. https://eyeondesign.aiga.org/what-does-it-mean-to-decolonize-design (última consulta el 10 de febrero de 2020).


Modes of Criticism 4: Radical Pedagogy. Eindhoven: Onomatopee (145.2), 2019.


Canli, Ece, y Prado, Luiza: "Design and Intersectionality. Material Production of Gender, Race, Class – and Beyond", Symposium Intersectional Perspectives on Design, Politics and Power en la School of Arts and Communication, Universidad de Malmö, 14 y 15 de noviembre de 2016.


Costanza-Chock, Sasha: "Design Justice: Towards an Intersectional Feminist Framework for Design Theory and Practice" (3 de junio de 2018), Proceedings of the Design Research Society 2018. https://ssrn.com/abstract=3189696 (última consulta el 3 de febrero de 2020).


Teaching Design: Bibliografía, https://docs.google.com/spreadsheets/d/1QMzp9-y_rOkj-m7uEHldjmMK2zsL_t9lpoxdMg_Cce8/edit#gid=779391913 (última consulta el 3 de febrero de 2020).


Tejada, Ramon (Ed.): Decolonising Design Reader, https://docs.google.com/document/d/1Hbymt6a3zz044xF_LCqGfTmXJip3cetj5sHlxZEjtJ4/edit (última consulta el 3 de febrero de 2020).


Tunstall, Dori: "Decolonising Design", Berkeley Talks (12), 2019, https://news.berkeley.edu/2019/01/25/berkeley-talks-dori-tunstall/ (última consulta el 3 de febrero de 2020).


Ansari, Ahmed; Abdulla, Danah; Canli, Ece; Prado, Luiza; Keshavarz, Mahmoud; Kiem, Matthew; Oliveira, Pedro, y Schultz, Tristan: "The Decolonising Design Manifesto". En: Journal of Futures Studies 23(3), junio 2016. https://www.researchgate.net/publication/329375428_The_Decolonising_Design_Manifesto 

(última consulta el 10 de febrero de 2020).



Este texto fue creado con la inspiración e influencia de esta red:

Griselda Flesler, Ramia Mazé, Benedetta Crippa, Ramon Tejada, common-interest, Prem Krishnamurthy, Madeleine Morley, Anja Kaiser, Maya Ober, Andrea Tinnes, depatriarchise design, Paula Minelgaite, Sasha Costanza-Chock, Emily Smith, VenidaDevenida, Rebekka Kiesewetter, Franziska Morlok, Decolonising Design, Imad Gebrayel, Mara Recklies, The Funambulist



Notas:

[1] Ece Canli: "Design History Interrupted – A Queer-Feminist Perspective", en: Marjanne van Helvert (Ed.): The Responsible Object – A History of Design Ideology for the Future.

Ámsterdam 2018, p. 187–207.


[2] bell hooks: feminism is for everybody. Cambridge: Southend Press, 2000, p. 45–46.


[3] Ver el trabajo de Sheila de Bretteville y de Cheryl Buckley, por nombrar dos.


[4] bell hooks: feminism is for everybody. Cambridge: Southend Press, 2000, p. viii.


[5] Mimi Marinucci: Feminism is Queer. Londres: Zed Books, 2016, p. 111.


[6] Kimberlé Crenshaw: "Demarginalizing the Intersection of Race and Sex: A Black Feminist Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theory and Antiracist Politics", en: University of Chicago Legal Forum, Vol. 1989, No. 1.


[7] Hermana Outrider: "Intersectionality – A Definition, History and Guide", 2016. https://sisteroutrider.wordpress.com/2016/07/27/intersectionality-a-definition-history-and-guide/ (última consulta el 10 de febrero de 2020).


[8] Sara Ahmed: Living a Feminist Life. Durham y Londres: Duke University Press, 2017.


[9] Ibíd., p. 3.


[10] Sasha Constanza-Chock: "Design Justice: towards an intersectional feminist framework for design theory and practice". 3 de junio de 2018. Proceedings of the Design Research Society, 2018.


[11] bell hooks: Teaching to Transgress. Nueva York: Routledge, 1994.


[12] Cheryl Buckley: "Made in Patriarchy –Toward a Feminist Analysis of Women and Design", en: Design Issues Vol. 3, No. 2, Otoño, 1986.


[13] Lisa Baumgarten y Anja Neidhardt: "Thingstead. [thing: Ding/Versammlung; stead: Ort/Stätte]". Presentación en la conferencia German Society for Design Theory and Research (dgtf), Kassel, 15 de noviembre de 2019.


Esta es la versión sin cortes de nuestro artículo "La Discriminación Sigue al Diseño – El Diseño Sigue a la Discriminación. Una Perspectiva Feminista sobre el Diseño". La revista form Design Magazine nos encargó escribir un texto introductorio accesible sobre el tema del feminismo y el diseño para su número No. 287 "Women and Design". Una versión abreviada de nuestro artículo se publicó bien oculta en la parte posterior en la p.160.


Sobre las autoras:

En 2019, Lisa Baumgarten y Anja Neidhardt fundaron la plataforma Teaching Design, que trata la educación en diseño desde una perspectiva interseccional feminista y decolonial.

www.teaching-design.net


Lisa Baumgarten trabaja como diseñadora, educadora en diseño e investiga en temas como historia y pedagogía del diseño. Enseña diseño y teoría del diseño en universidades alemanas de diseño y arte.

www.lisabaumgarten.de


Anja Neidhardt es doctoranda en el Umeå Institute of Design y el Umeå Centre for Gender Studies. También escribe para diferentes publicaciones internacionales de diseño. Junto con Maya Ober, está co-desarrollando depatriarchise design.

www.depatriarchisedesign.com



Neidhardt, Anja y Baumgarten, Lisa, «Discrimination Follows Design – Design Follows Discrimination», en teaching-design.net, consultado el 30.06.2021 [Traducción propia]

20.5.20

¿Vida en Urania? por Federica Buzzi

Alegoría de la astronomía (Urania), Francesco Cozza, de 1660 a 1670

24 de mayo, 2019. URANIA 

Un colectivo anarco-queer deambula por el espacio exterior de Florencia, Italia. Lxs excéntricxs astronautas aterrizan en un planeta abandonado y deciden okuparlo – este cuerpo celeste se llama Urania y lxs pobladorxs se llaman a sí mismxs uranesse. 

Si miras la Tierra desde el espacio, verás a Urania donde el tejido suburbano de Florencia se desvanece gradualmente en sitios industriales, carreteras y pueblos. Urania se encuentra entre una parada de camiones, un vertedero ilegal, el final del parque de la ciudad conocido por el tráfico de drogas y el cruising, no lejos del campamento de casas rodantes de la comunidad romaní, y justo en el lado opuesto del río frente a un área de viviendas sociales de los años 60 económicamente desfavorecida. En lugar de sentir el tirón de la gravedad hacia el centro de la ciudad, Urania orbita hacia los márgenes habitados por traficantes de drogas, trabajadorxs sexuales, personas sin hogar, migrantes, minorías étnicas, desempleadxs y pobres, todos los sujetos que "viven fuera del marco familiar y reproductivo, así como en los márgenes de la lógica del trabajo y la producción”(Halberstam 2005, 10). 

Al igual que cualquier misión espacial importante, como Apolo 11, Urania también hace referencia a una deidad griega. Urania es la diosa del amor "celestial" que, según el antiguo poeta griego Hesíodo, fue concebida sin una madre de los genitales cortados de Urano. Esta historia de reproducción artificial y castración es el mito de origen perfecto para la Urania divina anti-normativa y anti-patriarcal, la protectora de lxs uranesse descrita como "la diosa de lxs queers, lesbianas, putas, unicornios, pervertidxs y aquellxs individuxs libres de heteronormatividad" (Urania Queer Squat 2019). 

El mito de Urania fue una inspiración para el escritor y pionero de los derechos gays Karl Heinrich, quien en la década de 1860 acuñó el término "uraniano" para describir a las personas que encarnan un "tercer sexo", que "amaban de manera diferente". Lxs uranesse son uranianos en su búsqueda del amor y la amistad más allá del romance y la pareja, por métodos alternativos de alianza "opuestos a la hegemonía de la cultura dominante, pero también de la normatividad de la cultura gay y lésbica" (Halberstam 2005, 161). 

Aquí tenemos una conflagración de nombres: la musa de la astronomía, representada en la iconografía tradicional balanceándose en un globo azul, también llamada Urania. De manera similar a la musa tambaleante, lxs uranesse son vacilantes con respecto a las posturas políticas que son difíciles de conciliar. Entre un movimiento anarquista que culpa a la política del cuerpo queer por obstruir el trabajo "real" del activismo, y una comunidad LGBTQI a menudo apolítica que se transforma en el modelo heterosexual, Urania prefiere tambalearse sin cesar. 

Urania no sólo existe en mito y literatura, existe en el espacio. En este edificio vacío en las afueras de Florencia, lxs uranesse finalmente pudieron "establecer [su] presencia, expresar [sus] deseos libremente, sustraer un espacio pequeño pero enorme de las fuerzas del Estado, el patriarcado y el hetero-sexismo" (Urania Queer Squat 2019). Se las arreglaron para traer agua y electricidad, y organizaron el espacio para formas de vida colectiva. A pesar de la ausencia de electrodomésticos básicos, como una fuente de chocolate decente, la villa puede albergar conciertos, talleres sobre cultura queer, un club de cine, noches de karaoke, representaciones teatrales, sesiones de corte y tinte, una biblioteca de zines y una tienda gratuita. Urania está construida y mantenida colectivamente por sus ocupantes y aquellxs que simpatizan con el proyecto. Los principales trabajos de renovación se llevan a cabo dentro de un marco que incluye momentos de intercambio de conocimiento práctico y discursivo, incluyendo tanto talleres de soldadura como lecturas de teoría transfeminista. 

No todxs están listxs para una expedición en Urania, por lo que lxs uranesse a menudo se aventuran en el vecindario cercano e intentan crear conexiones con la gente local a través de la distribución de panfletos o cine al aire libre en la plaza. Urania se ha convertido en un espacio para el contacto entre clases y entre generaciones, donde lxs adolescentes locales pueden fumar marihuana y hablar de género, lxs migrantes pueden pasarse y quizás cargar sus teléfonos, aquellxs que lo necesitan pueden encontrar un alojamiento temporal. 

Urania no sólo existe en el espacio, también existe en el espacio exterior. Su planeta regente es Urano, conocido en astrología como el planeta de la libertad, la revolución, el cambio y las ideas radicales. Urano es también el planeta más frío del Sistema Solar, ubicado a 2.871 billones de kilómetros del Sol, en el interior cósmico. Al igual que Urano, Urania también está lejos del centro de atención resplandeciente. Su posición periférica es, en ciertos aspectos, favorable: sigue siendo un territorio remoto y desconocido donde podría suceder cualquier cosa, incluidas las lluvias de diamantes. 

Las narrativas de identidad queer a menudo están vinculadas a una migración voluntaria desde la periferia de mente cerrada y opresiva a la ciudad como un espacio de posibilidades, encuentros y transgresiones. Urania, en cambio, siguió la trayectoria opuesta de un cuerpo en el espacio. Durante varios años, antes de establecerse en Urania, el colectivo estuvo activo en el centro de la ciudad de Florencia, ofreciendo un escenario alternativo dentro del centro de la ciudad sujeto a un proceso incesante liberador, donde los únicos "espacios queer" tolerados son los puntos metronormativos de consumo complaciendo los deseos de las comunidades sexuales masculinas blancas gay. Entonces, cuando surgió la oportunidad de okupar un espacio fuera del municipio, lxs uranesse salieron de la atmósfera sofocante de Florencia. Desafortunadamente, incluso en la parte más alejada de la exosfera de la ciudad, Urania permanece constantemente bajo control y amenaza de desalojo por parte de las fuerzas policiales y la privatización. 

Urania es un experimento de anti-urbanismo queer, desafía la afirmación de que la identidad queer es inseparable de lo urbano. Mientras que la ciudad era el escenario para hacer frente a la gentrificación y desafiar la represión, la zona rural ofrece la oportunidad de experimentar formas de vivir y crear cultura bajo diferentes premisas. Sin embargo, no tiene mucho que ver con la idea romántica de una comuna que disfruta de una vida pacífica y libre en el campo. El contexto rural donde se ubica no es salubre, ni bonito, ni idílico. Para muchxs uranesse, el campo generalmente no es un retiro, sino un lugar de trabajo: cuando nos reunimos para hacer algunas preguntas antes de escribir de este artículo, todxs están a punto de partir para pasar el mes de septiembre trabajando en Francia para la cosecha. Consideraron cultivar verduras en Urania, pero es probable que el suelo esté contaminado por el vertedero ilegal cercano, por lo que no se recomienda el cultivo. Lxs uranesse no son agricultorxs rurales queer, son aliens que intentan pasarlo lo mejor posible en la superficie rica en metano de Urania. 

7 de enero, 2020. HYPERURANIA 

El premio Nobel de física de 2019 fue otorgado a los astrónomos suizos Michel Mayor y Didier Queloz por su descubrimiento del primer planeta más allá de nuestro sistema solar. (Devlin, Hannah / Sample, Ian 2019) Todavía se están descubriendo mundos nuevos y extraños, lo cual desafía nuestras ideas preconcebidas sobre los sistemas planetarios e incita a lxs científicxs a revisar sus teorías. Lxs uranesse dieron un pequeño paso en Urania, mostrando que podría haber formas de vida alternativas más allá de las estructuras de poder existentes en el espacio exterior queer. Urania no se forma a través de la terraformación, un proceso bastante poco imaginativo de transformar un planeta para que se parezca a la Tierra, por el contrario, se niega completamente a aceptar los modelos terrestres. Especialmente en este momento de crisis ecológica y social, se debe considerar seriamente habitar la Tierra como si fuera un planeta diferente, en lugar de habitar nuevos planetas como si fueran la Tierra. 

Después de haber sido advertidxs de un desalojo inminente, lxs uranesse decidieron partir elegantemente de Urania en sus propios términos. Comenzó como una TAZ (Zona Autónoma Temporal), un experimento de transfeminismo y anarquismo de unos pocos días de duración, Urania se desarrolló en el transcurso de siete meses y reunió a diversxs individuxs, grupos y experiencias. Desvinculado de su presencia física, Urania puede ascender al Hyperuranion, ese mundo detrás de la bóveda celeste habitada por las ideas de cosas reales, y regresará, tal vez pronto, a otros planetas. 

Un agradecimiento especial a Spyros de Urania Queer Squat. 

Imagen del planeta Urano tomada por la nave espacial Voyager 2 en 1986

FEDERICA BUZZI 
Comisaria independiente, escritora y trabajadora cultural que vive en Bruselas. También conocida como el cerebro detrás de DEMIMMONDE, una plataforma que explora los asuntos sucios en la arquitectura y más allá.

"Life on Urania?" en quintacolonna.eu, visitado el 19/05/2019 [Traducción propia]